Síndrome de abstinencia en el duelo
Cuando sufrimos la pérdida de un ser querido, ya sea por fallecimiento de éste o por ruptura en la relación de pareja, sufrimos una serie de síntomas psíquicos y físicos parecidos a un trastorno de ansiedad: tristeza, desesperación, rabia, impotencia, sentimiento de abandono, palpitaciones, falta de sueño y apetito, malestares digestivos, entre otros.
Todo esto se debe al caos neuroquímico y hormonal que se desata en nosotros ante la ausencia de esa persona amada. Síntomas similares a los que sufre un drogadicto o alcohólico al no consumir la sustancia a la que su cuerpo se ha habituado. De la misma forma los seres humanos creamos apego o dependencia de alguien cuya presencia nos brinda gozo, felicidad, confort, o simplemente un modo de relacionarnos con alguien en quien proyectamos nuestros afectos, emociones o carencias.
La persona que se ha ido era ese suministro de emociones. El detonante de hormonas de placer a nuestro cuerpo o de bienestar y seguridad psicológico y físico. Al marcharse quedamos sumidos en todo ese malestar al que denominamos Síndrome de Abstinencia, y del cual debemos ser conscientes para entender el momento por el cual atravesamos, las causas, y sobre todo para entender que es solo algo pasajero, temporal, derivado de ese reajuste emocional, pero que después de soportarlo un tiempo éste pasará y podremos sentir el alivio necesario para aceptar y sanar la pérdida.